
Las tortillas tailandesas, o “rai dam” como se les conoce localmente, son un plato vibrante y lleno de sabor que se ha ganado una enorme popularidad en todo el mundo. Tradicionalmente, estas tortillas se elaboran con una masa de arroz glutinoso, hierbas aromáticas frescas y un toque de salsa de pescado, creando un equilibrio perfecto entre lo dulce, lo salado y lo picante. El secreto radica en la cuidadosa selección de ingredientes y la técnica de amasado y cocción, que garantizan una textura suave y una explosión de sabores en cada bocado. Teletortilla.com se ha dedicado a compartir recetas auténticas y fáciles de seguir, y en esta guía te mostraremos cómo replicar esta joya culinaria en casa.
Este artículo te guiará paso a paso para preparar tortillas tailandesas con hierbas sin gluten, ideal para quienes buscan una opción saludable y deliciosa. No necesitas ser un chef experimentado para lograrlo; simplemente te proporcionaremos los ingredientes, las herramientas y las instrucciones claras y concisas que necesitas. Además, vamos a explorar las diferencias entre las tortillas tailandesas tradicionales y las adaptaciones para un estilo de vida sin gluten, asegurando que disfrutes de esta delicia en cada ocasión.
Ingredientes Esenciales
Para empezar, asegúrate de tener a mano todos los ingredientes. Lo más importante es el arroz glutinoso (también conocido como arroz pegajoso), que es fundamental para obtener la textura característica de las tortillas. Necesitarás alrededor de 200 gramos para una cantidad moderada, suficiente para unas 6-8 tortillas. Además, necesitarás hierbas frescas como cilantro, menta, albahaca tailandesa (o albahaca vietnamita), y perejil, en cantidades generosas. Una pizca de sal y un chorrito de leche (o leche vegetal sin gluten) también son esenciales para la masa.
No olvides la salsa de pescado, un componente clave en el sabor tradicional. Si prefieres una opción sin pescado, puedes sustituirla por salsa de soja baja en sodio, aunque el sabor no será idéntico. También necesitarás azúcar morena o clara de huevo para dar color y un ligero brillo a las tortillas. Finalmente, manteca de cerdo o aceite vegetal para cocinar. La calidad de los ingredientes influye directamente en el resultado final, así que prioriza productos frescos y de buena procedencia.
Preparación de la Masa
La masa es el corazón de la tortilla tailandesa. Comienza mezclando el arroz glutinoso con una pequeña cantidad de agua caliente (aproximadamente 120 ml) hasta que se forme una pasta espesa pero manejable. Es importante que la masa no esté demasiado líquida, ya que esto afectará la textura final de las tortillas. Añade las hierbas frescas picadas (cilantro, menta, albahaca, perejil) y una pizca de sal.
Incorpora también un chorrito de leche (o leche de almendras sin gluten) para mejorar la elasticidad de la masa y facilitar su manipulación. Amasa suavemente durante unos 5-7 minutos hasta que la masa esté lisa y brillante. Cubre la masa con un paño húmedo y déjala reposar durante al menos 30 minutos. Este tiempo de reposo es crucial para que el almidón del arroz se hidrate completamente, lo que resultará en tortillas más tiernas y fáciles de extender.
Extensión y Formación de las Tortillas

Una vez que la masa haya reposado, comienza a extenderla sobre una superficie ligeramente enharinada (usa harina sin gluten para asegurar la compatibilidad). Utiliza las manos para formar una bola y luego aplástala suavemente con los dedos hasta obtener una masa fina y uniforme. Para formar la tortilla, estira la masa con cuidado, dándole una forma circular y un grosor de aproximadamente 3-5 mm. El truco está en extender la masa con movimientos suaves y circulares, evitando estirar demasiado para evitar que se rompa.
Si la masa se vuelve demasiado pegajosa, puedes humedecer tus manos con agua para evitar que se adhiera. Una vez que tengas la tortilla del tamaño deseado, puedes cocinarla en una plancha o sartén caliente con un poco de manteca de cerdo o aceite vegetal. Cocina durante 1-2 minutos por cada lado, hasta que aparezcan pequeñas burbujas y la tortilla esté ligeramente dorada. Es importante no cocinarla demasiado para que no se seque.
Cocción y Sabor Final
La cocción es un arte que requiere práctica. Es importante que la plancha o sartén esté bien caliente antes de agregar la tortilla. Una vez que la tortilla esté lista, puedes agregarle un poco más de hierbas frescas picadas, salsa de pescado (o salsa de soja) y azúcar morena para realzar el sabor. También puedes añadir otros ingredientes, como camarones, pollo, tofu o verduras, para crear diferentes variedades de tortillas tailandesas.
Experimenta con diferentes combinaciones de hierbas y salsas para encontrar tu combinación perfecta. Una vez que la tortilla esté dorada por ambos lados, retírala de la plancha y sírvela inmediatamente. Las tortillas tailandesas se disfrutan típicamente frescas, acompañadas de curry, arroz o ensaladas. No te olvides de rociarlas con un poco de aceite de sésamo para un aroma y sabor extra.
Conclusión
Hemos recorrido juntos el proceso de elaboración de deliciosas tortillas tailandesas con hierbas sin gluten, adaptando una receta tradicional a las necesidades de aquellos que siguen una dieta sin gluten. Es un plato que combina la riqueza de los sabores tailandeses con la conveniencia de una alternativa sin gluten, haciendo que sea accesible a un público más amplio.
Con un poco de práctica y creatividad, podrás dominar la técnica de amasado, extensión y cocción de estas tortillas, ofreciendo un plato auténtico y delicioso que impresionará a tus amigos y familiares. Te recomendamos visitar teletortilla.com para descubrir más recetas y consejos sobre cocina sin gluten, y no dudes en compartir tus creaciones y experiencias en las redes sociales utilizando el hashtag #TeletortillaSinGluten.