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Qué recetas de tortillas tradicionales en Europa del Este existen

14/08/2025
Mercado europeo oriental vibrante y apetitoso

La tortilla, en su concepción más amplia como una base de harina, huevo y otros ingredientes cocinada en una sartén, es un plato sorprendentemente universal. Aunque asociamos firmemente la tortilla a la gastronomía española y latinoamericana, versiones de este versátil plato existen en numerosas culturas, incluyendo las de Europa del Este. Estas interpretaciones, a menudo influenciadas por ingredientes locales y tradiciones culinarias, ofrecen un fascinante vistazo a la adaptabilidad de una receta simple.

A pesar de la falta de una palabra equivalente directa a «tortilla» en muchos idiomas de Europa del Este, existen preparaciones que comparten características fundamentales, siendo la base de harina y huevo la más recurrente. Estas variantes no siempre se presentan como platos principales, sino más comúnmente como acompañamientos, desayunos o meriendas, mostrando una gran diversidad de sabores y texturas según la región. Explorar estas alternativas es descubrir un tesoro culinario escondido.

Deruny (Ucrania y Bielorrusia)

Los deruny, o patatniki en bielorruso, son quizás la versión más conocida de la “tortilla” en la región. Son esencialmente tortitas de papa rallada, mezcladas con huevo, harina y a veces cebolla. Se fríen hasta quedar doradas y crujientes, sirviéndose tradicionalmente con smetana (crema agria).

El sabor de los deruny depende en gran medida de la variedad de papa utilizada y del grado de rallado, afectando la textura final. Algunas recetas incluyen un poco de ajo o incluso manzana rallada para añadir un toque de dulzor y complejidad. Su consumo está muy arraigado a la cultura campesina, siendo un plato reconfortante y económico.

Aunque el deruny no se considera un plato elegante, su preparación es un arte y un símbolo de hospitalidad en Ucrania y Bielorrusia. A menudo se asocian con festividades familiares y comidas comunitarias, donde la tradición dicta que la primera tortita se ofrece a la casa para asegurar buena suerte.

Placki Ziemniaczane (Polonia)

Los placki ziemniaczane polacos son increíblemente similares a los deruny ucranianos y bielorrusos, también hechos de papa rallada, huevo y harina. La principal diferencia reside en las opciones de acompañamiento y en la presentación.

En Polonia, los placki se sirven con frecuencia con salsa de champiñones, gulasz (estofado de carne) o simplemente con crema agria. La textura también puede variar, siendo a veces más delgada y crujiente que sus homólogos del este. Algunas familias añaden cebolla y ajo sofreídos a la masa para aumentar el sabor.

Tradicionalmente, se considera un plato casero, transmitido de generación en generación. La receta que usa cada familia suele ser una versión única, perfeccionada a lo largo del tiempo y llena de recuerdos asociados a la infancia y a las reuniones familiares.

Kotleti de Cartofi (Moldavia y Rumanía)

Los kotleti de cartofi son otra variación de la tortilla de papa, popular en Moldavia y Rumanía. A diferencia de los deruny o placki, estos kotleti suelen ser más compactos y con una forma más definida, reminiscente de pequeñas albóndigas.

La receta generalmente implica mezclar puré de papa con huevo, harina, y especias, formando pequeñas porciones que se empanizan y se fríen. A menudo se acompañan con salsa de tomate o una salsa de ajo y yogur. La consistencia del puré de papa determina la solidez de los kotleti.

Estas tortitas de papa representan un plato sencillo y nutritivo, apreciado por su facilidad de preparación y su sabor reconfortante, muy común en menús familiares y en restaurantes tradicionales.

Omleta Po-Românește (Rumanía)

Cocina rústica rumana: huevos burbujeantes y luz cálida

La omleta po-românește (tortilla a la rumana) es un plato que se distancia un poco de la base de papa, volviendo a la tortilla de huevo más clásica. Sin embargo, a menudo se prepara con una cantidad generosa de crema agria y queso feta añadido a la mezcla.

La particularidad de esta tortilla rumana radica en su forma de preparación: se enrolla sobre sí misma mientras se cocina, formando un cilindro que luego se corta en rodajas. Esta técnica permite que la crema agria y el queso se mezclen con el huevo, creando una textura cremosa y un sabor intenso.

La omleta po-românește suele ser un plato para el desayuno o el brunch, a menudo acompañada de salchichas o tocino, y es una muestra de la riqueza de la gastronomía rumana.

Palačinke (Eslovenia, Croacia y Serbia)

Las palačinke son crepes finos, muy populares en Eslovenia, Croacia y Serbia. Aunque no contienen papa, se pueden considerar una forma de tortilla debido a la base de harina, huevo y leche. Son increíblemente versátiles y pueden rellenarse con una amplia variedad de ingredientes.

Los rellenos más comunes incluyen mermelada, chocolate, nutella, queso cottage y frutas. Algunas versiones saladas se rellenan con carne picada, queso y verduras. Se sirven tanto para el postre como para el desayuno o la merienda.

La elaboración de las palačinke requiere práctica para lograr una textura fina y flexible, pero el resultado es un plato delicado y delicioso que se ha convertido en un icono de la cocina de la región.

Conclusión

La exploración de estas variaciones de tortillas en Europa del Este revela que la idea de una base de harina y huevo cocinada en una sartén es una constante culinaria que trasciende fronteras y culturas. Los ingredientes locales y las tradiciones culinarias han moldeado estas recetas, dándoles identidades únicas y distintivas.

Más allá de los ingredientes, estas preparaciones son un reflejo de la historia y la cultura de cada país. Desde los reconfortantes deruny ucranianos hasta las crepes eslovenas, cada plato cuenta una historia de adaptación, ingenio y hospitalidad, demostrando que la simplicidad puede ser la clave para la excelencia culinaria.